A las mujeres de mi vida.

Opinión

Por Arqlgo. Luis Humberto Carlín Vargas

Publicado originalmente en en periódico Digital Zona Franca el 18 de septiembre de 2018.

La violencia generada en nuestro país tiene como principal causa un pésimo trabajo de hacer valer las leyes y de mal gobernar en todos los niveles (federal, estatal y municipal), así como también de los órganos legislativo y judicial (en todos sus niveles). Hoy, esa violencia exacerbada y fuera de todo control (digan lo que digan los empleados que hacen un trabajo pésimo a pesar de que están ahí por la voluntad de algunos que estuvieron de acuerdo en sus propuestas y que reciben un sueldo del pago de impuesto de todos nosotros), ha rebasado límites que en el pasado eran solo hechos aislados.

Hoy, lo cotidiano es ver las redes sociales hasta el tope de noticias de esa pésima actuación de nuestros empleados que dicen gobernar y en muchos casos porque la corrupción, la injusticia y la impunidad parece que ya se traen en los genes. La forma de actuar de estos servidores públicos para esclarecer esos hechos, en la mayoría se antojan patéticos y hasta ridículos. Tal vez sea una maquiavélica estrategia para lograr que la sociedad se vuelva más pasiva ante situaciones tan violentas como cobardes.

Permitir que las actitudes misóginas y violentas sigan siendo propuestas televisivas, musicales y en otras muchas formas, afecta cada día más a esta sociedad, ya empobrecida de valores tan básicos, como el respeto hacia la mujer.

En este recorrer por la vida he tenido oportunidad de conocer infinidad de mujeres. Una larga lista donde existen: una hermana, tías, primas, hijas, sobrinas, nietas, parejas y ex parejas sentimentales, amigas, colegas, alumnas, etc., todas ellas MUY valiosas. Mi Madre, la primera mujer que conocí, me enseñó a apreciar la vida; me indicó cómo encontrarle un sentido a esa vida; a diario me invitó, con su ejemplo, a luchar por las injusticias y a reclamar los derechos inalienables de cada persona, sobre todo los de las mujeres; me demostró que nuestra Constitución consagra derechos importantes que hay que demandar. He leído muchas historias, sobre todo, de mujeres que han trascendido por defender esos derechos en la compleja Historia de México (Rita Moreno, Leona Vicario, María Antonieta Rivas Mercado, etc.).

Siempre he pensado que su fortaleza es mucho mayor a la del género opuesto y eso ha quedado demostrado en muchas de las adversidades y acciones que van viviendo cada día de su vida. Ejemplos cercanos tengo muchos.

Pero esa fortaleza femenina queda rebasada cuando algún cobarde (hombre o mujer), violenta todo derecho de la libertad que cada persona tiene de existir y expresar su individualidad como mejor le parezca, sin que afecte a terceros. Y entonces, aparte de todo el dolor ya causado, la sociedad se encarga de vapulear más a esas mujeres que ya fueron vilmente atacadas y en muchos casos, ya ni siquiera son parte de esta colectividad. Ejemplos hay por miles. Violaciones, desapariciones forzadas, asesinatos, etc., que, en la mayoría de los casos, quedan impunes por esa pasividad con la que la propia sociedad actúa.

Hay mucho qué hacer para concientizar a la gente. Mucho. Hay mucho que decir y escribir. Este día me dieron ganas de hacerlo para LAS MUJERES DE MI VIDA y para todas las millones que tienen TODO el derecho de vivir y expresarse como quieran, sin que persona alguna (cercana o lejana) las intimide, y mucho menos las asesine. NINGUNA.

In memoriam de aquellas que han sufrido la indolencia, injusticia, pasividad, corrupción, impunidad, y ya entrado en corajes lo diré: “VALEMADRISMO” de una gran parte de la sociedad, a la que le importan más situaciones banales, que las vidas humanas. Sobre todo las de las mujeres.


Espero sus comentarios en el correo: arqueolobocarlin@gmail.com

#OpiniónArqlgoCarlín #ALasMujeresDeMiVida

Publicación original en: https://zonafranca.mx/opinion/a-las-mujeres-de-mi-vida/