CAPÍTULO 53
Por Luis Humberto Carlín Vargas
Publicado originalmente en en periódico Digital Zona Franca en la sección Hablemos de Arqueología el 13 de noviembre de 2020
Siglo XIX primera mitad
La convulsión política en el México independiente durante la primera mitad del Siglo XIX, no fue pretexto para que los estudios y la protección de las culturas mexicanas antiguas, se detuvieran. En ese contexto, analizaremos un tema de suma importancia en esta aventura llamada “Arqueología de la Arqueología”: Los museos.
La primera evidencia que se tiene de un museo en México, se da a finales de Siglo XVIII, en 1790. Se conocerá como “Museo de Historia Natural”, que anduvo penando por no tener un recinto adecuado, hasta que la Real y Pontificia Universidad de México, le da la bienvenida en el Colegio de San Ildefonso, en los inicios del Siglo XIX, en 1802. La idea surge del Virrey Iturrigaray, que está convencido de tratar adecuadamente los vestigios de los antiguos mexicanos. La guerra en 1810, vino a ponerle fin a este y a otros muchos proyectos ilustrados.
Las siguientes imágenes pertenecen, en primer lugar, a la Real y Pontificia Universidad de México. La segunda es una fotografía moderna del Colegio de San Ildefonso.
Como ya lo comenté en el anterior capítulo, dada la visita de personajes importantes, además de que ya se estaba viviendo como una nación independiente, el primer presidente de México, quien fue asesorado por el intelectual Lucas Alamán, fundaría el Museo Nacional Mexicano (MNM).
Más allá de la lucha política entre liberales y conservadores, tenemos que este MNM, será un perfecto detonante para impulsar esa identidad nacional que aún no se definía, pero que era importante para consolidar la Nación Mexicana, ante los ojos del mundo, para que ese Mundo, supiera que en estos territorios de lo que hoy es México, habían surgido civilizaciones muy importantes; y que deberían ser consideradas tan transcendentales como las de Egipto, Mesopotamia, o cualquier otra de aquello que conocemos como los centros prístinos.
Durante esa primera mitad del siglo, se consolida un grupo de gente que provoca el coleccionismo de muchas piezas variadas: piedras, madera, cerámica, conchas, etc.; este conjunto de personas, inician la planeación para organizar esas colecciones, asunto que se vuelve prioridad. Así que dentro de las discusiones políticas que se tenían para organizar la nación, se decide en este tema y se contemplan las áreas de: Historia Natural, Antigüedades, Historia y Productos de la Industria, y de esta forma, clasifican ese acervo, para después colocarlo en recintos apropiados para su exhibición.
Aunque durante algunos años, este asunto no fue muy significativo como para ser registrado en los anales históricos, esto será un gran paso en el estudio más profundo de aquellos lugares y monumentos que ya se tenían registrados desde antes, además de lo que dieron cuenta algunos de los personajes que ya hemos descrito en los capítulos anteriores.
Esta historia de los museos continuará, después del siguiente capítulo, en el que retomaremos a otros personajes que dieron vida a esta primera mitad del Siglo XIX.