Trigésima Séptima Disquisición.
Por Luis Humberto Carlín Vargas
Publicado originalmente en en periódico Digital Zona Franca el 20 de agosto de 2021
Hace un par de semanas, se presentó el Nuevo Informe de la ONU del Cambio Climático, y es necesario hacer una revisión acerca de este problema universal que, además se ha convertido en un debate general entre los que dicen que no existe, y aquellos que aseguran que sí nos acompaña y se agrava día con día. Desde hace casi cuatro décadas, al menos en México, existen varias acciones que dieron inicio a la concientización del tema que hoy pongo en la mesa.
El Planeta Tierra, como un ser vivo que se auto regula, ha sido capaz de aplicar cambios severos al clima, en el momento en que considera que son convenientes. Los procesos geológicos, como las glaciaciones, son imperceptibles para los humanos, pero se sabe que en el periodo pleistoceno (que abarca desde 2.5 millones de años hasta hace 10,000 años), hubo al menos seis glaciaciones, las cuales conllevan un periodo interglaciar, como el que vivimos en este momento, que conocemos como Holoceno o, en muchos casos se le nombra, Antropoceno, ya que evidencia el momento en que el humano inició la sedentarización, lo cual lleva aparejado las actividades agrícolas y de urbanización, que propiciaron el deterioro del ambiente, que ya no se pudo detener.
Las glaciaciones que se conocen son: Biber (2.5 m.a.), Donau (1.8 m.a.), Gunz o Nebraska (1.1 m.a.), Mindel o Kansas (580,000 a.), Riss o Illinois (200,000 a.), Würm o Wisconsin (80,000 a 10,000 a.). Entre cada una existe un lapso más cálido, llamado interglaciar, donde ocurren momentos de temperaturas muy elevadas.
Sin duda, el humano ha sido el causante de la aceleración del sobre calentamiento de este periodo llamado Antropoceno, debido a varios eventos importantes que ha generado, a saber: Sedentarización, Revolución Agrícola y domesticación de animales, Revolución Urbana, y la que ha contribuido más a la aceleración de este proceso, es sin ningún temor a equivocarme, la Revolución Industrial, en la cual hemos visto un crecimiento demencial de la población humana, enloquecida por el uso de recursos naturales vitales, sin menoscabo, pero sobre todo, sin pretensión ni posibilidad de recuperarlos.
En la gráficas que muestro a continuación, notamos que en esos eventos importantes, el crecimiento poblacional se tornó desmesurado, pero en el lapso de los últimos ciento veinte años, ha sido de una forma irracional.
Entonces, esa glaciación a la que irremediablemente tendríamos que ir por ser un proceso natural, la estamos acelerando de una forma increíble, y lo podemos notar con todas esas anomalías que se presentan a diario: más calor donde hacía frío y viceversa, lluvias torrenciales en donde casi no existían, y sequías o altas temperaturas en lugares donde jamás se había visto, huracanes más constantes y severos, etc.
La contaminación de todos los rincones del mundo, ha sido otro de los grandes lastres que ha sufrido la Madre Tierra por la inconciencia de los que nos creemos sus dueños.
Así que, el Homo depraedator (para nada sapines), el cual ha sido muy exitoso en la forma de adaptarse a cualquier nicho ecológico, dentro y fuera del mundo, es la peor plaga que ha existido, y además, el ser más incongruente e irracional que haya habitado la faz de la Tierra.
Y Usted estimado lector(a), ¿cree que el cambio climático es una falacia? Y en caso que decida que no, ¿qué está haciendo para ayudar a detener este flagelo?
Espero sus comentarios en el correo: arqueolobocarlin@gmail.com
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