Duodécima Disquisición.
Por Arqlgo. Luis Humberto Carlín Vargas
Publicado originalmente en en periódico Digital Zona Franca en la sección Disquisiciones Sociales el 6 de julio de 2020.
El término BELLEZA es un concepto ambiguo, dada la percepción que existe en la totalidad de la población mundial, que hoy suma más de siete billones de personas.
Según el diccionario de la RAE, se define como: “1. f. Cualidad de bello. 2. f. Persona o cosa notable por su hermosura”.
La definición nos deja exactamente como al principio, en la ambigüedad a la que me refiero. Iniciaré esta disquisición con una pregunta básica. ¿Qué entiende Usted, amable lector, por belleza o bello? Sin duda alguna, todos acertaremos con cualquiera las definiciones que precisemos, pero, ¿en qué basamos nuestros juicios para poder proporcionar esa distinción a alguien o a algo?
La carga cultural la adquirimos desde el momento de la concepción, gracias a los preceptos que poseen nuestros padres. Esa carga nos va a revelar los juicios de valor que, a través de lo que nuestros familiares más cercanos (en primera instancia), y más tarde la sociedad, nos proporcionaran. Eso facilitará, de vez en vez, convertirnos en juzgadores, pero también en personas racistas, fanáticas, xenófobas.
Y la belleza física, nos la venden en publicidades que promueven la inequidad a través de hacer notar nuestras supuestas carencias en muchos niveles. Y si no usas tal o cual perfume, o lentes, o ropa, o auto, o bebida, o maquillaje, no eres “bello”. Todo se traduce en un consumismo brutal que nos inhibe la vista, y solo serán bellos, por el “favor” que les otorgan las transnacionales, que inducen a la gente con poco criterio, a consumir y consumir para lograr la belleza tan añorada, que acaba por convertirse en una “belleza artificial”.
¿Cómo se mide la belleza? ¿Quién o quiénes definen los cánones sociales? Es algo que siempre ha rondado mis pensamientos, pero jamás he encontrado una respuesta clara, porque la gente no tiene bien definido el concepto y solo ve esa belleza a través de lo que, según los estándares de la región del mundo en donde se encuentre, le sugieren que es “bello”.
¿Y si a mí me parece bello, pero a la persona que está junto a mí no le parece que sea así? ¿Debo dejar que la pasión me domine y exacerbe mis sentidos, tanto que tenga que enfadarme con la otra persona?
Me parece ilógico que haya malos entendidos, por un concepto tan ambiguo como es la belleza o lo bello. Pero los hay, y se traducen en algo muy conocido por las sociedades: la INTOLERANCIA. Ella nos conduce invariablemente a más de uno de los conceptos que he ido desglosando en esta serie, y que son en extremo nefastos.
En este espacio de reflexión, le invito, estimado lector, a que medite un poco y defina ¿Cómo concibe, o qué es para Usted, la belleza o lo bello? ¿En qué elementos que se encuentran a su alrededor la puede percibir?
Espero sus comentarios en el correo: arqueolobocarlin@gmail.com
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Publicación original en: https://zonafranca.mx/opinion/12a-disquisicion-belleza/